lunes, 11 de mayo de 2009

Dos objetos insólitos


Dos objetos insólitos descubren una historia. El primero se la cuenta al segundo. El segundo se la cuenta al primero. Es la misma historia, con los mismos personajes insólitos y la misma ilusión insólita. Teniendo en cuenta esta insignificante observación, los dos objetos insólitos provocaron, entonces, la misma historia insólita. Por falta de recursos, la conclusión no pudo ser asombrosamente insólita. Así que se conformaron con un desenlace convencionalmente insólito.
Publicado en mi libro Fractales (2005).

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