Quien huye de sí mismo, trata de buscar desesperadamente algo que le sustente la vida, un aire, una gloria efímera. Pero no. Es el recuerdo fugaz lo que se mantiene invicto. El recuerdo inalcanzable y el futuro incierto. Es justo. La existencia es para los perdedores.
domingo, 10 de enero de 2010
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