miércoles, 29 de septiembre de 2010

Piano

Porque un piano es un ser vivo y todos son diferentes. Es una proyección de uno. Mi primera profesora de piano, Palmira, que en gloria esté, a la que iba a visitar todas las semanas hace ya 21 años, me dijo en cierta ocasión que se había casado con su piano. Este le daba todo el amor que ella necesitaba. Que, en realidad, era la música que ella misma interpretaba, un repertorio romántico fundamentalmente. Y así fue. Hoy lo comprendo mejor que nunca.

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