domingo, 23 de enero de 2011

Outsider

Tengo que inventar otra palabra distinta a outsider. Ya no me siento un outsider, sino más lejos todavía que un outsider. La palabra out no refleja exactamente mi out. Porque la sociedad ha perdido el concepto de ficción, de imaginación y confunde esto con la "realidad" moral. Se está produciendo un atentado contra la libertad creativa. Parece que no se puede representar sino con los clichés que se imponen. Una obra que no refleje lo que el mundo es, sino lo que un despacho o una ideología política ha diseñado, no es una verdadera obra. La imposición de las políticas maquiavélicas disfrazadas de ideología solo sirve para separar al hombre y a la mujer de sí mismos. Esta es una de nuestras grandes capacidades y una de nuestras grandes traiciones, porque somos capaces de suicidarnos intelectualmente y considerarlo una cosa normal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario