martes, 27 de marzo de 2012

Despedidas

A veces, nos decimos adiós con la abundancia de las despedidas, y otras, no sabemos realmente si lo estamos haciendo, pero sí que lo hacemos y, claro, de pronto hemos acelerado todos los mecanismos y ya estamos tan lejos que no nos acordamos con claridad ni del sentido, ni de las promesas, ni siquiera de las últimas palabras, aquellas que llovieron muy despacio, aquellas que no llegaron a perforar la piel, pero que notamos su presencia, aquellas que se evaporaron como un canto sereno, como un aliento al que solo nos hemos inclinado y hemos besado su mano, solo para despedirnos amablemente... A veces, creo que esa droga se olvida demasiado pronto. 

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